Lupita se sentía realmente nerviosa, estaba consiente que no era la màs grande presentación de su vida pero la visitaban màs de 200 personas en palenque incluyendo sus familiares, por esta razón tenia que “cantar con el alma, con el corazòn”.
-Vamos, vamos lupita llego las hora mi amor-Evangelina llamo a su hija para indicarle que tenia que salir del cuartito donde estaban expuestos los tabiques y el piso, no, el suelo era de tierra negra.
Lupita suspiro, se arreglo sus trenzas perfectamente entrelazadas y muy apretadas, estiro de la parte de abajo su blusa color café claro con unas enormes flores de un tono màs oscuro que el rosa en todo el contorno del cuello, sus vaqueros eran azules con la parte del frente café y sus zapatos estaban bastantes gastados, con la punta a punto de romperse, pero lo bueno es que sus pantalones los cubrían.
-- -Aqui vamos.-se dijo a si misma Lupita mientras jalaba la puerta de tela sujetada por un lazo
El presentador del palenque vestía como todo buen hombre macho de Sonora, es decir: zapatos de vestir color negro de charol, pantalones ajustados arriba del ombligo, una camisa de cuadros azul, rojo y blanco fajada con un gran moño verde impidiéndole al presentador bajar la cabeza
trai-Les traigo esta noche una jovencita con un talento para la música espectacular, ella canta las rancheras más sabrosas que se ha escuchado ¿Qué no , pásale mija y deléitanos con tu vozarrón
Se coloco en el centro del palenque y miro justo en frente donde se encontraba su padre Pedro. Canto como nunca, al comienzo de esta todas las personas no movieron ni un solo dedo, solamente escucharon. A su madre se le brotaron las lágrimas, su padre la miraba con gran orgullo, mientras tanto su hermano Pablo estaba cruzando de brazos, se resbalaba en el jacaistes y miraba sus corchó latas que se encontraban en sus manos. Terminando Lupita su canción (que por cierto era su éxito entre sus familiares) aguardo un momento, se tenso demasiado y llego un momento que sintió un gran nudo en su garganta, esperando la respuesta del publico, ellos no hacían nada, estaban como petrificados. Después de unos segundos interminables para Lupita toda la gente se paro de su asiento y empezó aplaudir, su madre gritaba con fuerza, aunque ella no supo que le decía por todo el ruido que se presencio en el palenque. Lupita le leyó los labios a su padre mientras le hablaba a una señora que ella no identifico a su lado como decía “es mija” , después de esta miro a plablo su hermano de 13 años, era menor que ella pues Lupita tenia 15 años recien cumplidos. El estaba sentado y miraba a su alrededor , ella sabia que estaba celoso y no le gustaba para nada, ella siempre trataba de animarle y recordarle sus talentos, sus valores y la gran persona que era. Acto seguido se marcho del palenque y entro al cuarto donde estaba preparándose para lo que sería su más grande recuerdo de lo que le gustaba hacer. Su madre entro tropezando junto con toda su familia, la abrazaban, le jalaban los cachetes regordetes y le daban un leve puñetazo en la barbilla, algunas de sus tías le regalaron un lazo decorado por una muñequita de plástico con una letrero en sus manos que decía “felicidades” para adornar su cabello, otras un conjunto de flores , algunas más un tarrito que según ellas ahí se sirviera su agua para refrescar la garganta. Todo esto y más la hizo llorar y llorar de felicidad.
Y ya estando en su cuarto se desicaba a desenredar sus trenzas lupita abrió la puesta por que la golpearon con gran fuerza.
Era su madre Evangelina.
-Ven Lupe hay un señor que te busca que pa hablar contigo.
Lupita dejo el sepillo y corrió hacia el centro de su casita.
-Hola bella señorita mi nombre es Josè, vengo del palenque y la e oído cantar.
El hombre vestía muy elegante, con un taje negro, con el cabello brilloso por el fijador hacia atrás y una hermosa corbata amarilla hacia conjunto con la pequeñísima flor que estaba sujetada a la altura del pecho en su bolsa del saco.
Lupita solo asintió y se sentó en los sillones ya gastados por todas partes, a pero eso si, brillando de limpios.
-señorita, vengo a llevarla a la ciudad para que cante ante las cámaras, va a darles a su familia mucho, mucho dinero haciendo lo que te gusta mija, ¿Qué te parece señorita?
A Lupita se le iluminaron sus ojos de puro entusiasmo, miro a su alrededor y toda su familia tenia misma expresión que ella.
Ella quería gritar de alergia, bailar y saltar por que su sueño de llegar a los auditorios de la ciudad, donde todos sus paisanos se sintieran orgullosos de ella por que una estrella pobre pero noble llego a sus lo que muchos ni por equivocación llegarían a ser.
-Po-po-por supuesto que si
tartamudeaba por la emoción que sentía, sus corazón palpitaba a todo lo que daba y llego un momento donde solo podia escuchar el tom.tom, tom de su corazón.
-¡A claro! Faltaba mas no evangelina, y donde quedo yo ¿he? Enterrado el la memoria de todos, no, ni a eso llego, sus memorias las ocupara su hijita adorada.
Pablo de una de las habitaciones divididas por una sabana (al parecer había escuchado todo lo anterior) y mientras gritaba todo lo anterior con gran furia y enojo señalaba a lupita, ella se paro lo más rápido posible y lo miraba con compasión n, Evangelina solo se agarraba su cara y lamentándose. Acto seguido mientras Pablo revelaba sus disgustos ante la idea de que su hermana iba a ser grande y el se iba a dedicar a servir a su patrona ordeñar vacas al igual que su padre.
-Las cosas no son asi Pablo, tu eres muy inteligente y deseguro te las arreglas para ser un futuro exitoso. Por favor no te pongas asi conmigo sabes que yo no te odio pero…tu si-Lupita agacho la cabeza y se deslizo con ternura una lagrima por su mejilla.
Ella estaba dispuesta a dar la vida por su hermano por que lo amaba ¿Cómo no hacerlo? Era su sangre y ella lo cuidaba mientras su madre limpiaba las casas de personas con dinero. Ella lo cuidaba, lo protegia y no queria verlo triste, preocupado por su futuro, pero…¿ella que podia hacer?
Lupita estaba nerviosa, estaba consiente que esta no era la mas grande presentación de su vida pero la visitavan màs de 30,000 personas, incluyendo el club de fans de Sonora, por esta razón tenia que “cantar con el alma, con el corazón”
Lupita suspiro, se arreglo sus cabelle lacio incluyendo sus extensiones, se acomodo su balda azul marino de un valor incalculable, al igual que su blusa roza de tirantes con piedras preciosas en todo el contorno de su cuello, observo sus zapatillas hermosas y las acaricio levemente.
-Lupita, los encargados del estadio preguntan que si deseas hacer una entrevista después del concierto, ya bueno ya sabes, como tu representante tengo que avisar y por lo menos salir con tigo ¿no?
-diles que si Pablo y claro que vas a acompañarme, pero avísales que será breve, tenemos que salir al extranjero para el concierto de mañana.