Sergio se dirigía con pasos muy largos y con el ritmo muy apresurado. Su expresión era de notable alegría, aunque el se esforzaba para ocultarlo. Era inevitable. Era inevitable no demostrar cualquier síntoma de alegría cuando sabes que tu vida va a dar un giro de 360 grados al momento que cruces el umbral de aquella puerta con doble de tamaño que las demás. Por eso Sergio se veía tan desesperado, daba la impresión de que sus pies querían acelerar, moverse y relajarse. No podía controlarlo. Todo el cuerpo le temblaba, estaba traspirando demasiado. Este no es un buen momento para desmayarte Sergio, ahora no, espera hasta llegar a casa. Llega a su destino, suspiro ondo. Abrió con gran actitud la puerta.
Entrando a la habitación color chocolate y blanco, justo en frente se encontraba un escritorio, atrás de el su jefe Santillan y su secretaria Claudia Torres, un imponente par.
-Tome asiento señor Vargas- le dijo con voz firme su jefe cuando le indicaba la silla vacía.
-Gracias- respondió a la petición Sergio.
-Usted sabe muy bien que esta empresa hace los mejores proyectos que nuestro paìs pueda requerir, o simplemente gozar- Santillan sonrío muy orgulloso de sus palabras. Y esta en pie un proyecto, la plaza comercial mas impactante, original y grande de toda Latinoamérica.
-Estoy totalmente enterado de lo que consiste ese maravilloso proyecto señor.
-Me alegro-en ese momento Santillan se puso de pie y se dirigió en frente de su empleado. Este al sentirse confundido se puso de pie pero menos seguro que su jefe.
-Esta a cargo de la construcción señor Vargas. Felicitaciones.
Estas palabras se las habìa imaginado Sergio durante mese, y al fin estaban presentes. Se sentía mucho muy diferente a lo que se imaginaba la sensación. más feliz
Estando ya en frente del volante, se encontraba entre ellos ese coche impactante color rojo, Sergio sin prestar atención a lo que ocurría en su entorno. Solo pensaba en dos cosas. Su vida a partir de ahora y la expresión que pondría su novia de toda la vida Elizabeth.con la que planeaba su boda en Eespaña. Su màs grande sueño (a parte del proyecto) desde que conocía a esa mujer. Era perfecta, simplemente perfecta para el. Todo lo que necesitaba para sobrevivir ante una vida con emoción, aventura, emociones encontradas y amor.
-¿Amor, estas ahí?- pregunto entusiasmado Sergio cuando entraba a su lujosa casa.
-Aquí-grito Elizabeth mientras agitaba su mano en el aire y de dirigía hacia el. Sus labios chocaron y permanecieron así un largo momento.
Tuvieron una conversación larga sobre la gran noticia. Sergio le menciono absolutamente todo, hasta lo de su transpiración. Elizabeth se rìo.
-Bueno me parece muy bien amor pero, ¿se pospone la boda?-La comprometida de Sergio cambio de actitud alegre, a preocupada y triste en un segundo.
-Por supuesto que no. Ese momento lo espero durante años- la volvió a besar.
Segundo dìa en la ofiina. Sergio el hombre màs odiado del plantel por sus “compañeros” llenos de envidia.
-¿Cómo le va señor Vargas?- lo saludo Santillan cuando le palmeaba el hombro levemente. Incorporándosele a su paso rápido
-De maravilla- mostró sus relucientes dientes blancos con una sonrisa de triunfo.
-¿ya empaco?-seguía con esa actitud amistosa, de absoluta confianza.
-¿de que me habla?-Vargas paro en seco
-Que pregunta señor Vargas, nos vamos, el lunes, a Mèxico. ¿pensé que ya estaba enterado?
Después de unos segundos de analizar, comprender y retener aquella horrible información Sergio hablo en susurros.
-No estaba enterado, eso no puede ser. El proyecto se va a realizar aquí, y se va a desarrollar después en Mèxico
-Me temo que la información la tiene a medias. Todo se va hacer aya, unas constructoras muy reconocidas del paìs nos van a apoyar durante todo el proyecto. Uno de sus requisitos es que todos los trámites y el trabajo sucio se hagan aya. Es su oportunidad señor Vargas se va hacer muy rico y sobre todo reconocido- Santillan hecho a reìr.
Sergio entro después de un dìa muy largo en su oficina a su casa. Hora de la verdad. Y suspiro.
-¿Cómo te fue amor?-Elizabeth saludo con un beso, se percato de que este fue muy débil y rápido,-¿Qué te pasa, que tienes?
-no se que hacer Elizabeth-Sergio no se atrevia a levantar la vista, solo miraba sus manos unidas con su vida de carne y hueso. La sentía mas distante que nunca.
-¿De que hablas amor?
Después de minutos aterradores de silencio Elizabet se acerco a Sergio. No sabia que hacer después de aquella información que le provocaría una terrible depresión. Controlate, no llores, el tomara la desiciòn que el quiera, no la que tu quieras..
-Ve-la palabra que Elizabeth pronuncio lo tomo por sorpresa pero pudo comprenderla.
-No te dejare. Esperare otra propuesta, me quedare.
-Ve.- esta ves Elizabet lo grito y le apretó las manos lo suficiente para hacerle entender a Sergio que hablaba en serio.
-No puedo hacerlo, solo nos falta un mes para el gran dìa, es demasiado pronto. No lo hare.
Eizabet lo abrazo con firmeza, espero unos segundos y luego susurro en su oreja.
-Si puedes. Yo te ayudare.- la expresión de el era irreconocible.
Sergio veìa la noche desde la ventana del aviòn, ese momento siempre lo habia imaginado, el entorno muy diferente pero la sensación era justamente la que siempre soñaba. Su sueño volando por los aires color negro, su vida realizada. Su felicidad lograda.
1 comentarios:
este es tu primer comentario gaby? bueno ps no se pero ya lo es(si es que no tenias) sabes yo no tengo comentaris... jeje bye
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